MUJERES Y HOMBRES y VICEVERSA

La primera vez que vi anunciar este programa no me podía creer que realmente lo fueran a hacer. Tras verlo lo considero todavía más patético si cabe.

En él hay dos hombres (o dos mujeres) y cada uno tiene catorce mujeres (u hombres) para elegir a dos con los que tendrá una cita (con cámara incluida, claro) esa noche. En el siguiente programa se muestran las citas y el individuo escoge la mejor de las dos y elige a otras dos personas (puede repetir o cambiar) para las siguientes.

Dejando a un lado el tratamiento de las personas como ganado al escoger (que está presente y bien presente), las citas son verdaderamente penosas, sobre todo cuando se trata de un chico que elige y una chica que intenta conquistarlo. No sé por qué las mujeres solemos exagerar más para seducir (debe ser la liberación femenina: parece que hayamos pasado de un extremo a otro). Ella saca sus armas y él se deja querer, haciéndole algún que otro comentario machista sobre su físico.

Lo peor que he visto (porque reconozco que a veces lo veo) ha sido un striptease que hizo una que es modelo, tras elegir como lugar para la cita una habitación de hotel (más vulgar imposible). El chico estaba claramente excitado mientras la contemplaba e imagino que el cámara, si era hombre, también. Después del calentón se acabó la cita y a casa. Y las otras candidatas en el programa (excepto una, a la que han tachado de envidiosa por no hacerlo) han aplaudido el numerito de su compañera, celebrándolo con emoción y afirmando que ha sido muy valiente. A nadie le ha parecido asqueroso como a mí que la chica haya tenido que utilizar su cuerpo semidesnudo para ligarse al chico, como si lo único hermoso de sí misma que pudiera mostrarle fuera eso (más mujer objeto imposible, oye).

Además los dos chicos (o chicas) pueden intercambiar personas con las que tener citas ("te cambio a la rubia por la morena"), es decir, a veces eligen a una de las catorce personas que han ido para tratar de atraer al otro. Se ve que con las suyas no tienen bastante, así que se las cambian como en el cole cambiábamos los cromos.

Otra cosa que me parece vergonzosa es que las chicas en el plató (los chicos cuando se trata de dos chicas que eligen citas) se peleen por el otro como si fuera un objeto, un premio que hay que ganar a toda costa. Se promueve una competitividad brutal (en los aspectos más superficiales del ser humano, además) y se normaliza el hecho de que cada persona deba atacar a las demás desacreditando sus citas, sacándoles defectos y burlándose de ellas.

La gente compite por conquistar el amor del otro como si eso fuera necesario. Se desvirtúa totalmente, bajo mi punto de vista, el concepto del amor, insinuando (casi afirmando) que este es racional (elijo al que más me haga la pelota, al hombre o la mujer que más se humille por mí) y no irracional (a ver, ¿no se han parado a pensar que los sentimientos son precisamente sentimientos porque NO se eligen?).

Y todo esto en horario infantil, claro. Para que los niños de nuestro país aprendan que siendo el/la que está más bueno/a y el que más hace el ridículo con una cámara debajo de las narices te ligarás al guapo o la guapa y te escogerá entre los catorce (¿quién dijo que si nos ponen delante catorce personas debamos enamorarnos de una de ellas? ¿a nadie se le ha ocurrido que quizá ninguna de las catorce nos guste?) y seréis felices y comeréis perdices. Y los trece "perdedores" serán felices también porque habrán tenido su minuto de gloria en la televisión y Tele 5 cubrirá su cuota de audiencia prevista en esa franja horaria y todos estarán encantados. Excepto yo, que flipo en colores y parece que soy la única que considera este programa repugnante y que por más que se esfuerce no halla en su formato ni un ápice de dignidad.