DESPEDIDA

El viaje definitivo

Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros

cantando;
y se quedará mi huerto, con su verde árbol

y con su pozo blanco.

Todas la tardes, el cielo será azul y plácido;

y tocarán, como esta tarde están tocando,

las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron,

y el pueblo se hará nuevo cada año,

y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado

mi espíritu errará, nostálgico…

Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol

verde, sin pozo blanco,

sin cielo azul y plácido…

Y se quedarán los pájaros cantando.

(Juan Ramón Jiménez)

Inevitablemente, la peor época del año ha llegado para mí. Este mes hace pocos años perdí a alguien muy querido, demasiado querido para perderlo. No me siento con fuerzas para escribir posts alegres durante los próximos días y ya sabéis que no me gusta escribir mis penas en este blog.

De modo que estaré ausente durante un tiempo, hasta que me encuentre mejor y pueda ser la Cas de siempre sin sentir que estoy haciendo esfuerzos por disimular mi estado de ánimo y que mi rostro y mi alma se contradicen. Eso sí, leeré vuestros comentarios.

Que sigáis todos muy bien. Dad mucha guerra en la blogosfera por mí durante estos días. ¡Que siga el espectáculo! ¡Muak!

_ _ _

EDITO para mandar un saludo a GLORIA CASTRO, que me lee desde Monterrey (México), y a sus tres hermanitas que lo hacen desde EEUU. Gracias por vuestro cariño y un beso enorme, chicas.