MIS CAROLINA HERRERA

A veces nos ocupamos mucho de unas partes de nuestro cuerpo y descuidamos otras que son importantes porque se ven mucho. Eso sucede con las uñas, que dicen muchísimo de una persona y a las que en ocasiones no concedemos la importancia necesaria.

Si podemos utilizar un rato a la semana para depilarnos, para hacernos un peeling de rostro, para aplicarnos cremas hidratantes y anticelulíticas, ¿por qué no disponemos de media hora semanal para cuidar nuestras uñas?

Lo primordial evidentemente es NO mordérnoslas. Sí, ya sé que a los que somos nerviosos nos cuesta mucho y que en cualquier situación de estrés o distracción es fácil que lo hagamos. ¡Pero hay que controlarse, porque unas uñas más largas dan mucho juego a nuestra imagen! Si os las mordéis (yo lo hice durante muchos años) y queréis dejar de hacerlo podéis comprar en la farmacia un producto llamado Mordex: su sabor es tan amargo y desagradable que os aseguro que no os las morderéis mientras las llevéis pintadas con él.

No hay que dejar las uñas demasiado largas, porque en ese caso se rompen con más facilidad. Lo mejor es llevarlas de un largo intermedio, ni demasiado cortas porque acortan los dedos y no son elegantes ni demasiado largas porque parecen uñas postizas de las que se pegan y el efecto no es bonito.

Si las tenemos muy blandas podemos utilizar un pintauñas endurecedor, como sabéis todas las marcas de productos para las uñas disponen de uno.

Es imprescindible limarnos las uñas en cuanto notamos un pico o superficie irregular, porque si no es muy fácil que nos enganchemos con algo (ropa, normalmente) y nos las rompamos. Está claro que romperse una uña no es ninguna tragedia, sin embargo como todos sabemos cuando eso sucede te toca limarte todas las demás y eso es un rollo. ¡No seamos perezosos, nada más lo notemos a por la lima y arreglado!

No tenemos por qué limitarnos a pintar las uñas de un color y nada más, podemos hacernos en ellas dibujos como flores, mariposas, corazones, mariquitas, pájaros o cualquier cosa que se os ocurra. Para eso los especialistas disponen de unos pintauñas similares a los Tippex de lápiz que tienen una punta fina metálica: con ellos pueden dibujar lo que les pidamos en tamaño minúsculo.

La última moda en pintura de uñas es la manicura francesa en colores. Nada de hacérnosla con el blanco de toda la vida, ¡¡atrevámonos con el negro, con el naranja, con el rosa, con el morado o incluso una de cada color!!

Estas son mis uñas. Como le comenté a Gonzalo en su post sobre los lunares, os muestro uno de los diseños de mi esteticién, a este lo llama Carolina Herrera y enseguida veréis por qué. XD No hay pegatinas: todo es hecho a mano: la francesa en color negro, los lunares y cada pétalo de las flores. Este diseño me dura entre cinco días y una semana y me cuesta siete euros (preguntad en varios sitios antes de hacéroslo, porque he llegado a ver manicuras por cinco euros pero también por quince o veinte en diferentes salones de belleza).

No os limitéis a haceros la manicura sólo cuando tenéis una boda o un evento especial. Hay que llevar las uñas cuidadas siempre, porque las manos de las personas llaman mucho la atención y unas uñas espectaculares mejoran la imagen.

Y vosotros, chicos, aunque no os las pintéis intentad no mordéroslas y llevarlas siempre limpias y aseadas, ya que las mujeres aunque no lo creáis nos fijamos mucho en vuestras manos. ;o)