Mi madre me tuvo cuando apenas tenía 20 años y sólo llevaba uno casada con mi padre. Podían haber viajado, podían haberse ido de fiesta los sábados como correspondía a alguien de esa edad, pero decidieron tenerme y dedicarse a quererme y cuidarme el resto de su vida.
Cuando nací, con apenas ocho meses, sólo pesaba dos kilos. Me metieron una temporada en la incubadora y mi madre dice que el momento en que tuvo que irse a casa dejándome allí ha sido el peor de su vida. Era un bebé bastante feúcho porque era muy canija y miraba con ojos asustados, pero a ella desde que me vio le parecí el bebé más bonito del mundo y no me hubiera cambiado por nada.
Mi madre no pudo estudiar y a lo largo de su vida se ha privado de muchas cosas para que yo pudiera hacerlo y fuera libre y el mundo fuera un lugar menos inhóspito y más seguro para mí.
Mi madre me ha llevado a patinar, a pescar, a bucear, a esquiar, a navegar, y no ha habido día demasiado frío ni cansancio acumulado después de toda la semana trabajando cuando se ha tratado de hacerme feliz y todo lo ha hecho a mi lado sin dejarme sola jamás.
Mi madre (igual que mi padre) ha estado a mi lado en todos los momentos importantes de mi existencia. Me ha hecho los disfraces para el cole y el bocadillo para el almuerzo, ha celebrado conmigo los triunfos y ha llorado a mi lado los fracasos, ha intentado enseñarme lo que sabía sin imponerme su visión de las cosas.
Mi madre me ha enseñado lo que son la sinceridad, la lealtad, el valor, y que en la vida uno no puede darse nunca por vencido, que tiene que luchar hasta el último aliento por lo que quiere y si lo hace con toda su alma puede hacer realidad sus sueños.
También me ha enseñado lo que es la humildad, que uno jamás debe olvidar de dónde viene, que el futuro es incierto y la Fortuna voluble y aunque en una época de su vida uno disfrute de una posición cómoda debe ser consciente en todo momento de que eso no le sitúa por encima de nadie, de que los bienes materiales se los lleva el viento y lo que siempre le quedará son los bienes no materiales: las virtudes y las cualidades humanas, el respeto, la generosidad, el amor, la amistad, la familia.
Todos sabemos que no se puede expresar con palabras lo que es una madre, la necesidad que tiene de ella un ser humano y lo mucho que debe echarla de menos cuando le falta. Lo único que puedo decir hoy es que QUIERO a mi madre con toda mi alma, que no tendré vida suficiente para darle las GRACIAS por todo lo que ha hecho, hace y hará por mí y que si algún día tengo un hijo sólo espero ser la mitad de buena que ha sido ella como madre.
Por todo eso y mucho más...
¡¡Gracias, mamá!!
¡¡¡Felicidades en este día a todas las mamás!!! ;o)